lunes, 31 de agosto de 2015

Reflexión de Hoy- Lunes 31-08-15 (Si tienes problemas… no dejes de leer esto).

Si tienes problemas… no dejes de leer esto. Autor: Juan Rafael Pacheco Fuente: www.mensajespanyvida.org Bueno, te decidiste a leerlo. Eso quiere d

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Si tienes problemas… no dejes de leer esto.

Autor: Juan Rafael Pacheco
Fuente: www.mensajespanyvida.org

Bueno, te decidiste a leerlo. Eso quiere decir que tienes problemas, y que te gustaría encontrar la solución a tus problemas.

Si es así, voy a pedirte que leas esto con calma… sin interrupciones… en un momento de total tranquilidad… cuando puedas leer lo d e s p a c i o… dándote tu tiempo para que puedas aprovechar el mensaje, exprimirlo, sacarle hasta lo ultimito que pueda ayudarte a eso. A solucionar tus problemas.

Y es que en el mensaje que trae este artículo está la solución –repito, la solución—para todas nuestras angustias, nuestras preocupaciones, nuestras desesperanzas, nuestras ansiedades, en una palabra, nuestra falta tan grande de una fe robusta que nos haga comprender, de una vez por todas, cómo es que actúa el Señor cuando nosotros le abrimos de par en par las puertas de nuestro corazón y nos abandonamos en Él… en sus manos de padre… en sus manos de madre… porque nos ama personalmente a cada uno de nosotros, y sin ponernos condición alguna para amarnos…

Si este mensaje de toca de una forma especial, ojalá me lo dejaras saber. Al pie de este artículo está la dirección electrónica, el email de Casa de Luz… Ese correo está a la disposición de todos mis lectores…

Puedo adelantarte que a mí, el mensaje que sigue a continuación, me llegó profundamente, y por eso doy gracias al Señor, y por eso insisto en que tú también lo leas…

El autor del mensaje es Lorenzo Martínez, aún cuando realmente él no fue sino el canal del que se sirvió el Espíritu Santo para iluminar su mente, y regalarnos lo que sigue a continuación, titulado "Ante su mirada"…

"¡Qué mirada tan profunda, tan serena, tan llena de paz y de ternura, tan llena de luz y de vida, es la mirada de Jesús! Es la mirada que resume tu vida y que te dice: 'te conozco más que tú mismo. Sé quien eres, sé de tus triunfos y fracasos, de tus buenas y malas obras, conozco al dedillo tus virtudes y defectos y sin embargo te amo'. Es la mirada que en vez de condenarte, te perdona, en vez de reprocharte, te habla con dulzura, en vez de castigarte te premia y en vez de repudiarte por tus errores, te sumerge en su costado abierto de misericordia, y en vez de lastimar tus heridas las sana y lava con su sangre y te conduce hacia fuentes tranquilas y en verdes prados te hace reposar.

Su mirada es como un rayo de luz que traspasa el cerco de nuestra intimidad e ilumina todo nuestro interior y nos hace aparecer ante su presencia desnudos de todas las caretas y disfraces que nos impiden vernos tal cual somos. Pero no es para delatarnos y acusarnos, sino más bien, para romper las cadenas que nos atan y derribar los muros que nos encierran en nuestro egoísmo y tristeza, en nuestro odio y soledad, y darnos la oportunidad de ser liberados con el poder de su Santo Espíritu.

Pero, muchas veces, tenemos miedo de alzar nuestros ojos y entrecruzar la mirada con la del Maestro. Sentimos temor de alumbrarnos en el espejo de Justicia porque el estado de abandono y miseria en que nos encontramos, nos hace sentirnos indignos de ponernos en su presencia. Y nos olvidamos de que Él es la fuente del amor y la misericordia, desde donde brotan ríos de agua viva que saltan hasta la vida eterna. Ignoramos que estamos como tierra reseca agostada sin agua y que necesitamos ser regados por el agua de la vida, para que podamos ser fecundos y dar frutos en abundancia.

Cuando Jesús se encontró con la mujer samaritana, en el pozo de Jacob, se le confesó como el dueño de esa fuente de agua viva que se prueba y colma nuestra sed para siempre. La fuente que todos los hombres ansían pero no saben cómo llegar a ella, pero que cuando la descubren son capaces de vender todo cuanto tienen para quedarse con ella, porque han encontrado la perla que tanto buscaban. Y es a través de su mirada que Jesús nos permite ver la gran riqueza que hay en Él, y la gran necesidad que tenemos de sus dones y gracia. Y el gran deseo que tiene nuestro Señor de compartir con sus hijos lo que el Padre Dios le ha dado, porque nos ama con un amor eterno.

Su mirada nos descubre y nos busca entre la multitud y el bullicio de este mundo, se posa sobre nosotros y nos hace saber sentir la necesidad de acercarnos a Él. Es una fuerza irresistible y poderosa que emana de la fuente inagotable de su misericordia. Fuerza que nos hace sentir unidos y vinculados a un Dios vivo y cercano que por su infinito amor, nos ha incluido en su plan maravilloso de salvación y vida eterna.

No temas en mirar a Jesús, poner tu confianza y apoyo en Él, porque Él desea compartir tu cruz, tu peso y tu dolor y redimirte de un modo personal, de tal suerte que puedas ser un testigo auténtico de su amor. De ese amor que se derrama y te abraza con poder para que pises firme y puedas caminar sobre las aguas turbulentas".

Bendiciones y paz.

Este cuento aparece publicado en la página 81 de mi libro "La Mariposa Azul y los Regalos de Dios – Historias y cuentos para sanar tu corazón". Disponible en Librería Cuesta y La Sirena.

Para comunicarse con el autor escribir a:
casadeluzjn812@gmail.com

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viernes, 28 de agosto de 2015

Reflexión de Hoy- Viernes 28-08-15 (…y no tengas miedo…).

…y no tengas miedo… Autor: Juan Rafael Pacheco Fuente: www.mensajespanyvida.org Todas las noches, desde que estaba en el vientre de mamá y hasta qu

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…y no tengas miedo…

Autor: Juan Rafael Pacheco
Fuente: www.mensajespanyvida.org

Todas las noches, desde que estaba en el vientre de mamá y hasta que estuve ya grandecito, papá me rezaba una pequeña oración que dice así:

Cuatro pilares tiene mi cuna,
cuatro angelitos que me la guardan:
Juan, Lucas, Marcos y Mateo.
Duérmete Yonito lindo
y no tengas miedo.

Nunca se me ocurrió preguntarle a papá de dónde sacó esa oración, pero la verdad es que no se la he oído decir a más nadie…

En el Evangelio aparece el relato de aquella vez que Jesús mandó a los discípulos se fueran adelante, atravesaran el lago y lo esperaran en la otra orilla. (Mt 14, 22-33).

Los discípulos obviamente van solos. Jesús no va con ellos. Dice el Evangelio que en cierto momento su barca está "muy lejos de la tierra", o sea, a mucha distancia de Jesús, y un "viento contrario" les impide dar la vuelta y regresar a tierra. Están solos, sienten un gran miedo en medio de la tempestad, y no saben qué van a poder hacer sin Jesús. La situación en la barca es desesperada, tienen muchísimo miedo. ¿Será esa nuestra situación en el día de hoy?

El miedo es el principal obstáculo para conocer, amar y seguir a Jesús como Hijo de Dios. Tenemos miedo a que nos rechacen, a que no nos quieran, tenemos miedo al día de mañana, miedo a que nos falten el respeto, a que nos desconsideren… Inclusive muchas veces nos tenemos miedo unos con otros. Y si lo vemos bien, en el fondo de estos miedos lo que hay es miedo a Jesús, poca fe en Él. Nos resistimos a seguir sus pasos.

Cuando Pedro empieza a hundirse en medio del lago, es porque le entra miedo. Si verdaderamente amáramos a Dios no tendríamos miedo, porque Dios es paz, a pesar de la lucha y de todos los inconvenientes.

Aquella noche, cuando los discípulos van en la barca, soplaba viento contrario, y hacía que la barca se zarandeara, se moviera muchísimo. ¡Cuántas veces nuestra vida se parece a esa barca! La barca puede ser nuestro matrimonio, nuestras actividades, los negocios, la salud, la hostilidad y la incomprensión de las personas, los reveses continuos de la vida, la dificultad para encontrar casa o trabajo…

Y cuando la Palabra dice que soplaba viento contrario, ese viento contrario son todas las fuerzas que tenemos por dentro contrarias a la fe, o sea a Jesús, y que las encubrimos con una máscara de piedad, de santidad inclusive, detrás de una cara que aparenta no romper ni un plato… y que cada uno de nosotros conoce muy bien. ¿Cuál es el mayor impedimento que cada uno de nosotros está enfrentando y que no nos permite darle el sí definitivo al Señor Jesús y entregarle nuestras vidas?

¿Será el alcohol, la droga, el juego, la brujería, el engaño, la mentira, la infidelidad matrimonial de los casados, y la promiscuidad, el sexo desenfrenado los solteros… y también los casados? ¿Será posible que sigamos exponiéndonos a las ocasiones de pecado, en lugar de huir de esas ocasiones, de esos sitios, de esos momentos, de evitar todo lo que nos conduzca a fallarle a ese Dios de amor que es nuestro Dios?

¡Debemos saber imitar el ejemplo de aquella joven de Nazaret, que un día le dijo al Señor, ante el anuncio del ángel que ella concebiría al que habría de ser el Mesías… "yo no se cómo pueda ser esto, pero yo te creo, cuenta conmigo!" ¡Y ese sí de María, esa fe, ese "hágase en mi según tu palabra"… en ese preciso momento abrió las puertas de la salvación para ti, para mí y para el mundo entero! (Lc 1, 24ss).

…y resulta que desde que estaba pequeñito y hasta el día de hoy, al acostarme, he seguido repitiendo aquella misma oración que papá me enseñó, excepto que, desde que tuve mi encuentro personal con el Señor, y aprendí que "el Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?" (Sal 27, 1) y que "aunque camine por cañadas oscuras, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo" (Sal 23, 4), no he sentido la necesidad de continuar repitiéndome que no tenga miedo… por lo que mi oración dice ahora así:

Cuatro pilares tiene mi cama,
cuatro angelitos que me la guardan:
Juan, Lucas, Marcos y Mateo.
Duérmete Yonito lindo
y que tengas sueños muy lindos. Amén.

Bendiciones y paz.

Este cuento aparece publicado en la página 69 de mi libro "La Mariposa Azul y los Regalos de Dios – Historias y cuentos para sanar tu corazón". Disponible en Librería Cuesta y La Sirena.

Para comunicarse con el autor escribir a:
casadeluzjn812@gmail.com

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jueves, 27 de agosto de 2015

¡Pidamos cosas imposibles!

¡Pidamos cosas imposibles!
Autor: beato Carlos de Foucauld.
Fuente: Oleada Joven
Esperanzadoras palabras de ánimo del beato Carlos de Foucauld: "Dar lo imposible es lo que más ama Él"
Podemos todo por la oración. Si no recibimos nada es porque o nos falta fe o no hemos orado bastante, o porque no sería conveniente para nosotros lo que solicitamos nos sea concedido, o porque Dios nos quiera conceder otra cosa mejor que lo que pedimos.
Pero jamás no recibiremos lo que pedimos porque sea demasiado difícil de obtener; nada es imposible de obtener… No vacilemos en pedir a Dios aun las cosas más difíciles, tales como la conversión de los grandes pecadores, de naciones enteras; pidámosle más que todas, aquellas que son las más difíciles, con la confianza de que Dios nos ama apasionadamente…
Pero pidamos con fe, con insistencia, con constancia, con amor, con buena voluntad…, y estemos seguros de que si pedimos así y con suficiente confianza, seremos escuchados, recibiendo la gracia solicitada o una mejor.
Pidamos, pues, ardientemente a Nuestro Señor las cosas más imposibles de obtener, si ellas son para su gloria, y estemos convencidos que su Corazón nos las concederá, tanto más cuanto más imposibles parezcan humanamente, pues dar lo imposible es lo que más ama Él y le es más agradable a su Corazón, ¿y cómo nos ama Él?
Por el beato Carlos de Foucauld
Artículo originalmente publicado por Oleada Joven

lunes, 10 de agosto de 2015

Reflexión de Hoy- Lunes 10-08-15 ( Meditación: Juan 12, 24-26).

Meditación: Juan 12, 24-26. Autor: Fuente: la-palabra.com El diácono San Lorenzo tenía a su cargo el cuidado de los bienes de la Iglesia en Roma a

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Meditación: Juan 12, 24-26.

Autor:
Fuente: la-palabra.com

El diácono San Lorenzo tenía a su cargo el cuidado de los bienes de la Iglesia en Roma a mediados del siglo III y daba limosnas a los pobres, tarea que cumplía con gran esmero y compasión, porque reconocía que los pobres eran el tesoro más grande de la Iglesia, pues eran objeto especial del favor de Dios.

En el año 257, el emperador Valeriano inició una persecución contra los cristianos y en menos de un año el Papa Sixto fue arrestado y ejecutado. Cuatro días más tarde, Lorenzo experimentó igualmente el martirio. Se cuenta que cuando le ordenaron presentar los tesoros de la Iglesia ante el emperador, reunió y presentó a todos los inválidos, los ciegos, los leprosos y los pobres, pero con este acto de testimonio de Cristo firmó su propia sentencia de muerte. Muchos relatos han circulado acerca de la manera en que murió Lorenzo, pero todos llevan la misma característica: Que amó al Señor con toda su alma y quiso entregarse por entero a Jesús. Al verse en peligro de muerte, su único anhelo fue complacer a Cristo, consciente de que la muerte no podía separarlo del amor de Dios.

A los ojos del mundo, la vida y la muerte de Lorenzo fueron inútiles; pero en realidad él vino a ser un grano de trigo que, al igual que Jesús, cayó en tierra, murió y produjo una abundante cosecha para el Reino de Dios, porque al enterarse del martirio y singular acto de amor de Lorenzo, muchísima gente se ha sentido movida a entregarse a Jesús a través de los siglos.

¿Cuáles son las aspiraciones de tu corazón? ¿Qué significa Jesús para ti? Cualesquiera sean tus respuestas, el Señor quiere llenarte del Espíritu Santo, porque lo que él busca es precisamente un corazón que le diga: "Jesús, anhelo conocerte más y amarte más." Cristo desea que pongamos en sus manos cada día de nuestra vida para que él nos colme de la fortaleza necesaria para obedecer su llamado. Por eso, si tú invocas a Jesús, él te irá transformando poco a poco con el intenso amor de su propio corazón.

"Jesús, Señor mío, sé que yo no puedo hacerme santo, pero tú sí puedes. Pongo mi vida en tus manos para que actúes en mí y a través de mí como tú quieras. ¡Tú eres mi tesoro más valioso!"

2 Corintios 9, 6-10
Salmo 111, 1-2. 5-9

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