sábado, 5 de septiembre de 2015

Reflexión de Hoy- Domingo 06-09-15 (Lo que hace Jesucristo lo hace Dios).

Lo que hace Jesucristo lo hace Dios. Autor: José Ignacio Alemany Grau, obispo. Fuente: homiliasparalossencillos.blogspot.com/ Hoy te invito a hacer

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Lo que hace Jesucristo lo hace Dios.

Autor: José Ignacio Alemany Grau, obispo.
Fuente: homiliasparalossencillos.blogspot.com/

Hoy te invito a hacer un profundo acto de fe en Jesucristo y en las maravillas de su obra.

Piensa que todo lo que Él hizo lo hizo Dios.

Las cosas más sencillas de los seres humanos las hizo Jesús como verdadero hombre pero también como Dios verdadero.

Esto lo sabes y repites pero es bueno que consideres que precisamente por ser Dios las acciones de Jesús tienen un valor infinito.

Por eso resulta interesante la enseñanza de San Alfonso cuando afirmaba que una lágrima de Jesús hubiera salvado a toda la humanidad porque tenía un valor infinito.

Pero aunque ello hubiera bastado, la entrega del Señor fue total, hasta la muerte y muerte de cruz. Así nos ha manifestado claramente que nadie amó más ni mejor que Él.

Las lecturas de hoy nos presentan a Jesús cumpliendo las promesas que hizo Dios en el Antiguo Testamento.

Isaías dice: "No teman… Dios viene en persona, resarcirá y os salvará".  


Esa presencia de Dios que viene en Persona es Cristo, que realizó los prodigios enumerados por el profeta: "Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará".

Incluso podemos descubrir en los últimos versículos de Isaías el gran regalo del que Jesús habla en el Evangelio, refiriéndose al Espíritu Santo, que nos convierte a cada uno de nosotros en "torrente de agua viva": "Han brotado torrentes en la estepa; el páramo será un estanque, lo reseco un manantial".

El salmo (145) resalta que Dios en su fidelidad y justicia "da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. El Señor abre los ojos al ciego…"  


Todas estas maravillas las hizo realidad Jesús:

   En la sinagoga de Nazaret confirma que el Padre "me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista, a poner en libertad a los cautivos" (Lc 4,18).  

   También "desata a la mujer que satanás tuvo atada dieciocho años" (Lc 13,16).  

   Da la vista a los ciegos de Jericó y al ciego de nacimiento.  

   Alimenta a la multitud con la multiplicación de los panes.  

Por su parte Santiago nos advierte que no debemos mezclar las cosas y que si tenemos fe en Jesucristo no nos dejemos llevar del favoritismo, dando la preferencia a quien Dios no se la da: "Veis al bien vestido y le decís: por favor, siéntate aquí en el puesto reservado. Al pobre en cambio: estate ahí de pie o siéntate en el suelo…  


¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que lo aman?".

Si nos fijamos en el versículo completo de Mateo (4,23) el evangelista nos presenta tres acciones de Jesús:
   Recorría toda Galilea enseñando.  

   Proclamaba el Evangelio.  

   Sanaba toda enfermedad y dolencia.  

El Evangelio nos habla detenidamente de uno de los milagros profetizados en el Antiguo Testamento, la curación de un sordomudo que Jesús realiza con unos signos externos distintos de lo acostumbrado: "Apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua…".  


Hay algo que llama la atención en este milagro: Jesús solo evangelizaba en Israel, según dijo Él expresamente, pero este milagro y el de la hija de la cananea los hace en territorio de paganos.

Resulta hermoso ver cómo los paganos siguen a Jesús e incluso nos enseñan a glorificarlo diciendo: "Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos".

Hoy tú y yo admiramos cómo Jesús cumple la voluntad del Padre manifestada desde antiguo y con los paganos de la Decápolis repetimos:
"¡Jesús todo lo hizo bien!".

José Ignacio Alemany Grau, obispo.

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Reflexión de Hoy- Sábado 05-09-15 (Meditación: Lucas 6, 1-5).

Meditación: Lucas 6, 1-5. Autor: Fuente: www.la-palabra.com El Hijo del hombre también es dueño del sábado. (Lucas 6, 5) San Lucas escribió su eva

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Meditación: Lucas 6, 1-5.

Autor:
Fuente: www.la-palabra.com

El Hijo del hombre también es dueño del sábado. (Lucas 6, 5)

San Lucas escribió su evangelio para comunidades de cultura principalmente griega, que no conocían bien las tradiciones judías, por eso enfatizaba con frecuencia las confrontaciones de Jesús con los fariseos. En efecto, cuando éstos acusaron a los discípulos de no respetar el día de reposo, Cristo los defendió rápidamente, señalando que sus acciones no infringían la ley. En este caso, como en otros, Jesús demostró que no había venido a abolir la ley, sino a cumplirla.

El Señor veía que los fariseos trataban de controlar la acción de Dios, para lo cual establecían normas muy estrictas e incluso superiores a las exigencias de la ley. Por ejemplo, su interpretación de la ley respecto al Shabbat, el día de reposo, giraba en torno a lo que no debía hacerse en ese día. Por otro lado, Jesús quería definir el espíritu de la ley e invitar a su pueblo a sentirse libre de las obligaciones diarias, a fin de poder entrar en su presencia y adorarlo. Dar atención excesiva a lo que estaba prohibido era perderse la invitación a descansar y recobrar fuerzas.

Al cruzar los trigales, los discípulos tuvieron la oportunidad de gozar de la compañía de Jesús, libres de las multitudes que siempre seguían al Señor, de modo que era una excelente ocasión para acompañarlo de cerca. Podían orar con él y percibir su profunda armonía con el Padre. El reposo y la quietud del sábado eran partes importantes de su relación con Cristo. El hecho de sentirse reanimados con él de esta forma, les permitiría soportar las exigencias del ministerio que Jesús les encomendaba.

Incluso en nuestra época, Dios desea que el día de reposo sea una oportunidad para experimentar la libertad y la alegría de la salvación. Nosotros, como los fariseos, podemos dejar de trabajar para cumplir la ley al pie de la letra, o bien, aquietar el corazón y reposar en la presencia de Cristo. Hoy, al prepararnos para el domingo, nuestro día de reposo, roguémosle a Jesús que nos permita ver el amor de su corazón y ser reconfortados, a fin de estar bien preparados para la semana venidera.

"Padre eterno, te doy gracias por concedernos un día cada semana para dedicarlo especialmente a la comunión contigo. Gracias por enviarnos al Espíritu Santo, que me capacita para acercarme personalmente a ti día a día."

Colosenses 1, 21-23
Salmo 53, 3-4. 6. 8

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viernes, 4 de septiembre de 2015

Reflexión de Hoy- Viernes 04-09-15 ( Meditación: Lucas 5, 33-39)

Meditación: Lucas 5, 33-39 Autor: Fuente: la-palara.com Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. (Lucas 5, 36) Mu

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Meditación: Lucas 5, 33-39

Autor:
Fuente: la-palara.com

Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar un vestido viejo. (Lucas 5, 36)

Muchas veces nos cuesta entender el sencillo pero transformador mensaje de Jesús, porque somos escépticos o tenemos una mentalidad analítica o materialista. Para los contemporáneos de Cristo no era menos difícil entenderlo, porque también tenían razonamientos dominados por las costumbres y actitudes de la época.

La enseñanza de Jesús sobre el ayuno y la parábola del vestido roto y los cueros viejos se referían al verdadero problema que aquejaba a la gente: ¿Cómo podían entender el Reino de Dios con su pensamiento formado por las ideas del mundo? Los fariseos le preguntaron a Cristo acerca del ayuno, comparando el que hacían ellos y los seguidores de Juan el Bautista con el ayuno de los discípulos de Jesús. El Señor trató de hacerles entender que él era el objeto del ayuno, el Esposo que ellos esperaban y que estaba allí en su medio.

Jesús usó parábolas y figuras de la vida cotidiana, en este caso, los vestidos y los odres, para ilustrar su mensaje e instar a las personas a aprender a pensar de una manera nueva. Pero a pesar de sus enseñanzas, no fueron muchos los que lograron ampliar su criterio y su entendimiento y siguieron tratando de entender el Reino de Dios de acuerdo con las costumbres y enseñanzas del mundo; es decir, trataban de echar "vino nuevo en cueros viejos" (Lucas 5, 37).

Lo mismo sucede hoy. Preferimos seguir viviendo como siempre lo hemos hecho y aceptar solo las partes del cristianismo que nos convienen o no nos incomodan. Pero en realidad necesitamos vaciar el vino nuevo de la vida de Jesús en una mente y un corazón renovados, transformados por el Espíritu Santo. A muchos nos cuesta entender la doctrina de Cristo y su aplicación en nuestra vida personal. Encontramos difícil pensar de un modo distinto del que estamos acostumbrados a hacerlo, pero seguir a Jesús significa iniciar una vida nueva, no adoptar razones nuevas para justificar las actitudes y costumbres antiguas.

"Señor Jesús, purifica mi mente de los antiguos hábitos de pensamiento y las ideas preconcebidas que me impiden entender tu mensaje transformador. Libra mi mente de la esclavitud de las costumbres e ideas del mundo actual, y renuévame para que yo entienda y acepte tus enseñanzas."

Colosenses 1, 15-20
Salmo 99, 1-5

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