lunes, 29 de agosto de 2016

Reflexión de Hoy- Lunes 29-08-16 (La importancia de llamar a Dios 'Padre Nuestro').

La importancia de llamar a Dios 'Padre Nuestro'. Autor: Veritas Redacción. Fuente: veritasmedios.org El Papa Francisco reflexionó en la importanci

Like   Tweet  

La importancia de llamar a Dios 'Padre Nuestro'.

Autor: Veritas Redacción.
Fuente: veritasmedios.org

El Papa Francisco reflexionó en la importancia y el significado del Padre Nuestro, invitando a tomar el ejemplo de Jesús y llamar a Dios Padre, mostrando nuestra confianza en Él.

Recordando que "la oración es el primer y principal 'instrumento de trabajo' que tenemos en nuestras manos", el Papa Francisco aprovechó para explicar el "secreto" del Padre Nuestro, oración de Jesús que precisamente comienza con esa palabra clave: Padre. "Esta palabra es (…) es la llave que Él mismo nos da para que podamos entrar también nosotros en esa relación de diálogo confidencial con el Padre que ha acompañado y sostenido su vida".

Ejemplo máximo de la oración cristiana, el Papa Francisco también recordó el significado de lo que se pide en este rezo.

Cuando decimos "Danos hoy nuestro pan de cada día", "El pan que Jesús nos hace pedir es el necesario, no el superfluo; es el pan de los peregrinos, un pan que no se acumula y no se estropea, que no retarda nuestra marcha".

Cuando pedimos "perdona nuestras ofensas", el Papa Francisco nos invita a recordar que "el perdón es, antes de todo, aquél que nosotros mismos recibimos de Dios: solo la conciencia de ser pecadores perdonados de la infinita misericordia divina puede hacernos capaces de cumplir concretos gestos de reconciliación fraterna".

Mientras que al decir "no nos dejes caer en la tentación" estamos reconociendo "nuestra condición, siempre expuesta a las insidias del mal y de la corrupción".

Por último, el Papa Francisco recordó la importancia de la oración constante, aclarando que Dios Padre "nos conoce mejor que nosotros mismos nuestras necesidades. Pero quiere que le presentemos con audacia e insistencia, porque este es nuestro modo de participar en su obra

facebook twitter
1px
 

viernes, 26 de agosto de 2016

Reflexión de Hoy- Viernes 26-08-16 ( Aguantar, ¿hasta dónde?).

Aguantar, ¿hasta dónde? P. Fernando Pascual Fuente: padrefernandopascual.org/ Un nuevo golpe. Una impertinencia o un reproche bañado en rabia. Una

Like   Tweet  

Aguantar, ¿hasta dónde?

P. Fernando Pascual
Fuente: padrefernandopascual.org/

Un nuevo golpe. Una impertinencia o un reproche bañado en rabia. Una ironía. Una crítica sutil. Un ataque directo. Un gesto de desprecio.

El vaso rebosa. El corazón está a punto de explotar. Llega la hora de responder: ¡basta! La respuesta, sin embargo, puede generar nuevas tensiones, abrir heridas, cortar puentes, enrarecer el ambiente en familia.
Muchas veces sentimos rabia ante tantas impertinencias, ante palabras duras, ante imposiciones despóticas.

Al mismo tiempo, pensamos que podemos aguantar un poco más. ¿Qué hacer? ¿Hasta dónde podemos resistir? ¿Cuándo estamos seguros de que llegó el momento del contraataque? ¿No es mejor esperar a que termine esta nueva tormenta?

Son muchas las situaciones en familia, o entre colegas de trabajo, o en la parroquia, o en otros grupos, donde algunos sufren por culpa de la falta de educación de otros, donde se acumulan los gestos de prepotencia que generan rabias.

Sabemos que una respuesta dura puede hacer recapacitar a alguien prepotente, orgulloso, insensible, maleducado. Pero otras veces lo único que se logra es aumentar la tensión y preparar nuevas agresiones.

En este tipo de situaciones, vale la pena mirar al cielo y preguntarle a Dios, como un día lo hiciera Pedro a su Maestro: "Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?" ( Mt 18,21).

La respuesta de Jesús puede iluminarnos también hoy: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete" ( Mt 18,22). ¿El motivo para un perdón tan generoso? También Dios tiene una paciencia infinita con cada uno de nosotros. Otra vez recibo una palabra hiriente y agresiva. Cuesta guardar silencio.

Pero será un poco más fácil si pido ayuda a Dios, si recuerdo lo mucho que he sido perdonado, y si rezo por aquel que ahora me hiere pero que no deja de ser mi hermano..

facebook twitter
1px
 

jueves, 25 de agosto de 2016

Reflexión de Hoy- Jueves 25-08-16 (¿Cómo conozco a Jesús?).

¿Cómo conozco a Jesús? P. Fernando Pascual Fuente: Aquel niño se estaba preparando para la primera comunión. Se acercó al sacerdote y

Like   Tweet  

¿Cómo conozco a Jesús?

P. Fernando Pascual
Fuente:

Aquel niño se estaba preparando para la primera comunión. Se acercó al sacerdote y le preguntó: "Pero, ¿tú conoces tan bien a Jesús por motivos de trabajo o porque sois amigos?"

La pregunta fue recordada por el mismo sacerdote que la escuchó, el padre Angelo De Donatis, en una de sus conferencias durante los ejercicios espirituales que predicó ante el Papa Francisco y sus acompañantes de la Curia, en marzo de 2014. También esa pregunta puede llegar a mi corazón, quizá con algunas formulaciones diferentes.

¿Conozco a Jesús? ¿Bien, regular, mal? ¿Por qué le conozco? ¿Por costumbre, por inercia, por convicción, con frialdad, con entusiasmo, como a un amigo?

Se trata de preguntas que van a lo más profundo de mi fe católica. ¿Quién es Cristo para mí? ¿Quién soy yo para Él? ¿Lo conozco como el oficinista conoce a su jefe de trabajo? ¿O lo conozco como un amigo que escucha y que habla, que se queja y que consuela, que acompaña y que añora al ausente en los momentos en que no podemos estar juntos?

Nos vendría muy bien que un niño se acercase a nosotros para formular una pregunta sencilla y comprometedora. La respuesta no podemos darla en voz alta, sino en lo más profundo del propio
corazón.

Hace dos mil años Jesús llamó amigos a sus discípulos (Jn15,14- 15). También a mí me llama amigo, y espera con ilusión cada gesto de ternura que tenga para con Él.

Cuando peco (por desgracia, tantas veces), sufre y aguarda en silencio, con el único anhelo de acogerme con su perdón y de limpiarme con su Sangre. Cuando entrego mi tiempo y mi corazón al servicio de los pobres, los tristes, los necesitados, siente una alegría inmensa, porque Él está presente en cada uno de los hermanos más pequeños (cf. Mt25,40).

La pregunta ha llegado a mi vida: ¿conozco a Jesús por motivos de trabajo o porque, de verdad, somos amigos?

facebook twitter
1px