sábado, 18 de julio de 2015

Reflexión de Hoy- Sábado 18-07-15 (Con los ojos de Cristo).

Con los ojos de Cristo. Autor: P. Fernando Pascual LC Fuente: ¿Cómo vemos, cómo miramos a quienes viven a nuestro lado? ¿Qué pensamos de personas q

Like   Tweet  

Con los ojos de Cristo.

Autor: P. Fernando Pascual LC
Fuente:

¿Cómo vemos, cómo miramos a quienes viven a nuestro lado? ¿Qué pensamos de personas que nos acompañan en el tren o en el autobús, en la oficina o en la fábrica, en el bar o en el cine?

Muchas veces nuestros ojos pasan rápido por cientos de rostros. Una mirada desenfocada, teñida tal vez de discreción, se posa ante tantas vidas que parecen anónimas, silenciosas, quizá simpáticas o molestas, a las que no prestamos casi ningún interés.

Existe otro modo de ver a nuestros semejantes. Cuando descubrimos que son amados por Dios, cuando reconocemos que son hermanos nuestros, cuando aceptamos que tienen sueños y amores, miedos y esperanzas como nosotros... entonces miles de rostros se iluminan y adquieren un valor distinto, una fuerza de comunicación extraordinaria, una capacidad de encuentros vivos.

Para ello, necesitamos acercarnos a Dios. Cuanto más cerca estemos del Señor, más fácil nos resultará ver horizontes nuevos en nuestro hermano. "Esto sólo puede llevarse a cabo a partir del encuentro íntimo con Dios, un encuentro que se ha convertido en comunión de voluntad, llegando a implicar el sentimiento" (Benedicto XVI, "Deus caritas est" n. 18).

Empezamos, entonces, a ver a los otros con los ojos de Cristo, desde una perspectiva nueva, sumamente rica, dinámica, comprometedora: "aprendo a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo. Su amigo es mi amigo" ("Deus caritas est", n. 18).

Esa mirada va a fondo, pues permite descubrir en el otro aquello que más desea (que todos deseamos): "su anhelo interior de un gesto de amor, de atención... Al verlo con los ojos de Cristo, puedo dar al otro mucho más que cosas externas necesarias: puedo ofrecerle la mirada de amor que él necesita" ("Deus caritas est", n. 18).

Amar y ser amados. Cristo nos enseña el camino: nos invita a vivir en el amor, porque "Dios es amor". "Quien no ama no conoce a Dios [...]. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud" (cf. 1Jn 4,6-21). Ver y ser vistos con los ojos de Cristo. El corazón, entonces, brillará con una luz nueva, porque latirá junto al amor creador de un Padre que nos ama con locura.

facebook twitter
1px
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario