Dejando el muro de los lamentos.
Autor: Pedro Sifontes
Fuente: www.mensajespanyvida.org
Fuente: www.mensajespanyvida.org
“Cuando
ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el
desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” Víctor Frankl
El
muro de los lamentos al cual me refiero, no es el Muro sagrado que está
en Jerusalén donde tú puedes dejar tus ruegos personales, al contrario
es un muro que tú has levantado viviendo una vida de lamentaciones.
El
asunto es que hay muchas personas lamentándose por su vida. Que su
vida ha sido muy triste, que han tenido mala suerte. Unos se lamentan de
que las cosas en su matrimonio no estén funcionando como ellos quieren.
Otros se lamentan que los años transcurren y no han logrado nada. Hay
quienes lamentan ser unos perdedores. Hay muchos pensamientos o palabras
que utilizamos para lamentarnos:
Si pudiera…
Si hubiera…
Debería…
Cuanto lamento…
Ojala tuviera otra oportunidad…
Si hubiera…
Debería…
Cuanto lamento…
Ojala tuviera otra oportunidad…
En
respuesta a esta última frase, la oportunidad la tienes pero el dolor,
las emociones mezcladas y la confusión que se siente en esos momentos no
te permiten ver las oportunidades. No te digo que no te lamentes, ya
que este es parte de la vida, lo que estoy diciendo es que no puedes
pasar la vida lamentándote de lo que fue o de lo que pudo haber sido.
Tu
no puedes cambiar tu pasado, sin embargo hoy tu puedes experimentar el
perdón, la sanidad y el consuelo de Dios, y comenzar a diseñar tu
futuro. Para ir hacia el futuro necesitas entender que aunque tengas que
enfrentar consecuencias de tus decisiones equivocadas en el pasado,
Dios siempre tiene la manera de hacer el bien.
“Sabemos
que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir,
de los que él ha llamado de acuerdo con su plan.” Romanos 8, 28
Dios
es un Dios grande, bueno y misericordioso que siempre va a sobrepasar
nuestras expectativas. Deja que El sane tu dolor y tus lamentos, y
comienza a soñar, quizás te sorprenda con muchas cosas buenas. Tu
lamentación termina cuando comienzas a moverte hacia adelante. Tu pasado
está detrás de ti y tu futuro está en las manos de Dios y El te invita a
participar de forma activa, no pasiva.
Hay
una historia llamada “El camino del tigre” que te ayudará a entenderlo
mejor: Un hombre caminaba por la selva cuando vio una zorra lisiada.
“¿Cómo se alimentará?”, se preguntó. En aquel momento, se acercó un
tigre con una presa en sus fauces. Sació su hambre y dejó luego lo que
había sobrado para la zorra. “Si Dios ayuda a la zorra, también me
ayudará a mí también”, pensó. Volvió a su casa, se encerró, y se puso a
esperar a que Dios le diese de comer. Nada sucedió. Cuando ya se estaba
quedando demasiado flaco para salir a trabajar, se le apareció un ángel.
¿Por qué decidiste imitar a la zorra lisiada? – preguntó el ángel. –
¡Levántate, coge tus herramientas y sigue el camino del tigre!
Nada
sucede hasta que no des el primer paso. Para moverte hacia adelante
necesitas cambiar, y la pregunta que debes hacerte ¿Qué necesito cambiar
en mi vida? Por ejemplo, un matrimonio que está a punto de divorciarse
y piensa que el esposo no la quiere porque está pasada de peso y
comienza a trabajar lo físico para recuperar la mirada de El. Resulta
que no es lo físico, no es el peso que uno muchas veces gana en la vida,
sino que necesita mejorar su actitud, su personalidad o aprender a
intervenir sus emociones, u otra cosa como la comunicación. El no saber
que cambio debes hacer te puede llevar otra vez al muro de los lamentos.
Para
hacer cambios significativos en tu vida, necesitas de un entrenador que
te ayude a ver las cosas que no estás viendo y que te haga las
preguntas correctas que te lleven a conseguir mejores posibilidades en
tus relaciones, en tu trabajo, negocio o ministerio. Los resultados que
puedas tener en la vida te sorprenderás.
“Las cosas no cambian cambiamos nosotros.” Henry David Thoreau
Hoy
es el mejor día para salir del muro de los lamentos, hoy tienes la
oportunidad de vivir la vida nuevamente y de hacer las cosas mejores.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
Pedro Sifontes
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