miércoles, 26 de noviembre de 2014

Llevar a Dios en el corazón.

Llevar a Dios en el corazón.
Autor: P. Alfonso Milagro
Fuente: Los cinco minutos de Dios.
Si el hombre lleva a Dios consigo, no puede llevarlo tan oculto que no “se le note”; ese Dios íntimo, que penetra hasta lo más recóndito de su ser, debe salir a su exterior.
Y así ese Dios hará que cuando el hombre tome conciencia de las maravillas de su vida, la convierta en una vida de maravillas.
Maravillas de gracia y de amor; maravillas de generosidad y entrega; maravillas de donación y de ofrenda; maravillas de consagración y de comunión.
Comunión con Dios y con los demás hombres; comunión con la naturaleza y con todo el cosmos. Con ese cosmos exterior que los rodea y con ese cosmos íntimo que vive en su interior.
El hombre, así, se habrá convertido en un ser de profundidad, de dimensiones múltiples; así llegará a ser el constructor de sí mismo y el hacedor de un nuevo mundo, de un nuevo estado de cosas en el qeu reine el orden y la jerarquización de los valores.
La conjugación del todo y de la nada es lo que constituye el secreto de la perfección.
“Confía en Yahvé de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia; reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas… porque Yahvé reprende a aquel a quien ama, como un padre al hijo querido.” (Proverbios 3, 5-12). Debes prestar atención a los planes de Dios sobre ti: descubrirlos y cumplirlos; nunca te arrepentirás de ponerte en manos de Dios.
Extraído de: Alfonso Milagro. Los cinco minutos de Dios. Ed. Claretiana.

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